Mis sueños.
Últimamente yo y mis sueños.
Una prolongación de piezas de conventillo,
yo
últimamente
y los sueños míos.
Últimamente yo y mis sueños.
Una prolongación de piezas de conventillo,
yo
últimamente
y los sueños míos.
-El conventillo es una solución (de conti-G-üidad) a la proliferación pandémica de la pobreza campesina en las ciudades- nadie, nadie nos soporta más que una estructura cúbica o paralelepípeda sinencierro/empero/conelfierro/caliente/aniveldelastráqueas.
El agua sucia nos lava la ropa
y la deja más sucia.
El hambre sucia nos come el intestino
y nos deja sin uñas.
Mis uñas, negras
la mano negra... o invisible,
-el blanco y el negro a estas alturas es la misma creatura feroz que muerde y nos conmina a subexistir como engranajes en las supereconomías, sin andamios, sin focos, sin telón- la realidad se reduce a la contigüidad de las piezas /barro entre los dedos/ patrones cúbicos de la bestia cúbica mayor y hasta el laberinto, hasta infierno tiene sentido en tanto que circularidades, pero aquí.
Aquí metros cúbicos,
metros y metros de intestinos ubicados
últimamente
-y con inmoral precisión-
en un par de pesadillas.
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