Uno, el de tu frente, alumbra el camino de los pájaros
El de tu garganta es latidosilencioardor
El de tu pecho aurora de orquídeas silvestres
El de tu vientre, abre mi mano, y es tibio mar.
Luego está el sol de tu boca:
Allí, alma
allí, sentido
allí, húmeda verdad.
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