jueves, 23 de septiembre de 2010

Al borde.

Ya casi en mis 29 años, la edad me pesa. Diez años antes no me habría figurado la forma en que los acontecimientos de mi vida se han amarrado. Nudo tras nudo, con mucha dificultad, se ha hilado una trama tan poco convencional que de pronto me perturba en exceso.
Cuando niña, me sentía vieja, ahora me siento envejecida. Las sutilezas florecen a mi alrededor y miro cada una con la ausencia de los ojos de un anciano. La sabiduría no ha llegado, y el conocimiento que he adquirido me pesa.

2 comentarios:

  1. Una meta sin reloj, una edad sin cuerpo... sinceramente la edad angustia, pero para ser sincera, es mas angustiante ver que has vivido solo una parte ...

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