Cuán difícil es luchar contra sí mismo, contra los viejos hábitos. No ya como viviente sino como observante, me conduelo de las pobrezas de un hombre en particular desde anoche.
La peor bestia que te puede perseguir es la vergüenza.
El peor enemigo es uno mismo.
¿Qué se puede hacer cuando el pasajero oscuro con sombrero de ala ancha te come las entrañas?
No tengo respuestas, lo único que puedo decir es Pobre de ti, querido, pobre de ti.
Siempre hay que estar prevenido en todo y ante todos.
ResponderEliminarUn abracito :)
gracias...lo necesito.
ResponderEliminar