miércoles, 31 de agosto de 2016

Flujo.

Me contradigo. Siempre. Es mi elección.

Es que la reelaboración es un trabajo precioso y preciso, fundamental en la construcción constante del logos y su soporte físico en las múltiples encarnaciones que se padecen en esta cantidad imprecisa de eones.
La reelaboración es certeza del fallo en el fenómeno inabarcable de la realidad.

De ahí que retroceda y asuma que el silencio sí. El discurso no cesa, solamente necesita pausa, cobrando la energía un carácter paradigmático de fabricar la torre de marfil. Recuerda la ley: Nada se destruye, sólo se transforma.
(Estamos condenados a fluir)

domingo, 7 de agosto de 2016

Ah, la probabilidad...

El Futuro, Julio Cortázar

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.

martes, 2 de agosto de 2016

Asuntos complejos.

Un árbol no necesita alambres
así como tampoco las alas,
una fractura.
Y menos la libertad, corrales.
Todo se asocia a una asfixia,
a una forma de necrosis
al hambre de medir o precisar.
La verdad
es una construcción en permanente
desmantelamiento,
pero yo me quedo con el movimiento
la borrosa interpretación de la retina
en la huida del colibrí.