miércoles, 8 de octubre de 2014

Atte: La misma puta de siempre.

Las putas del alma no debemos tener complejos.
Eso dicen, al menos, los especialistas.
Me imagino que has abandonado esta tierra que contiene mis pies y los enloda día tras día buscando una posada donde calmar las ansias. No tengo complejos con ello, tampoco si vas solo, acompañado, o sólo tu cuerpo, y el alma distraída cayendo en cualquier parte.
Hace unos días, pocos días atrás uno de tantos me decía (en el embrujo de su trastorno de ansiedad) que mis palabras eran Brutales, así, con mayúscula. De qué habla...Baudelaire es brutal.
Rimbaud inventó la brutalidad.
Pablo de Rockha es un brutal de brutales,
y así una serie de exquisitos y delectables que, una puta de alma como yo, no habría tenido complejos en devorar hasta el último y masticado hueso, hasta el tuétano, por ser más específica y contextual a la brutalidad.
Otras cosas son brutales también, no sólo la poesía mayor.
También, Heiddeger es b-r-u-t-a-l, y cada letra pronunciada por separado, porque con Heiddeger hay que tener cuidado con equivocarse. De Sade, Kandinsky, Pollock, los dos Salvadores, Bach, Artaud, Schiele, Lynch, en fin...el arte.
Todo lo que sea un coágulo de sangre y dolor en el ojo.
Porque para vivir es necesario.
Porque para morir, también.