lunes, 9 de julio de 2012

Esto de la anagnórisis...

O esto de ser anagnórica...no sé. Las últimas entradas de este blog han sido de un tono, cómo explicarlo, edípico. No en el sentido psicoanalítico de la palabra, sino en lo recargado de su percepción de los hechos una vez que "se pegó el alcachofazo". Entonces, claro...viene la sacada de ojos, el asco, el repudio, y ojalá vomitar las vísceras para después hacerse un caldito y volver a tragarlas. El nivel de histeria de Edipo es notable, comparable a la imbecilidad de Ifigenia o la cobardía de Orestes. Lo bueno de los arquetipos que nos regalaron los dramaturgos griegos es esa capacidad absoluta de identificación.  Mmm, no voy a entrar en detalles sobre la huevada de los arquetipos ni la forma vacía que se colma con la personalidad y blablablá. Para eso mejor me hago una trepanación y muestro con orgullo pecaminoso mis neuro-capacidades. 
Sí haré el comentario hacia mí misma: Cómo tanto, Lenguaraz, cómo tanto. Tu tristeza desapareció y te quedó solamente el egocentrismo de creer que pidiendo perdón las cagadas se borran. Y para colmo, pidiendo perdón por blog... penosa a morir. Mejor déjate los ojos y a lo tuyo, Lengua-a-ras.

jueves, 5 de julio de 2012

Mea Culpa

Pido perdón a todos mis fantasmas.
Desde este podio hecho de recuerdos (y falacias para componer el recuerdo) se arrodillan mis tejidos, todo se vuelca en el acto de contrición. Me he dado cuenta:
No fui más que un par de pájaros que chocaron en pleno vuelo. Un amasijo de sangre, pluma, odio y encuentro desesperado. Abrazaba con mis piernas porque sentía que no había otro modo de demostrar el afecto. Si podía abrir mi pensamiento, ¿por qué no abrir dos columnas con una entrada cargada de placer y humedad? Todo era una metáfora de lo posible, vivía en eso de encarnar los límites de la física cuántica, porque de tantas veces que un objeto choca con un muro, en algún punto el muro será atravesado sin mediar daño, entonces podía ser yo esa probabilidad. Y es que en medio de tanto callejón oscuro la luz como concepto se distorsionaba...cualquier cosa distinta podía ser luz.
Me equivoqué, pequeños invisibles, perdón a todos ustedes, si es que alguno todavía se acerca a buscar agua en estas líneas.