Encontró una brújula.
La tomó, dulce, entre sus manos sucias de tierra, como quien sostiene el cuello de un ciervo moribundo.
Ene.
Ese.
O.
E.
Naturaleza.
Soledad.
Oscuridad.
Escarabajo (de oro).
Todo apunta a que la Naturaleza es el origen; y el origen, Margarita:
todo apunta a que caos, a que silencio, a que soy un muñeco de madera (hay hilos invisibles en todo sitio) y tú, tú, eres tú la inexorable que se adueña de mí, de mis actos, de mis sacros fluidos corporales, Tú, cosiste los hilos a aguja persistente en mi carne, en mi sangre, en la realidad cosiste otra, y otra, y otra realidad sobre realidad, construyendo un primoroso bordado de categorías taxonómicas de diversa clase y sustancia sobre mi piel: tu potencia es infinita; tu ausencia, también.
Desde los ojos de Margarita
veo el vacío previo a la palabra.
(De La liturgia de las horas)