Yquésilamuerte
yquésilasfauces
yquésilacuerdaenellabio
elsignodecáncercaeráonoenmigarganta
peroyonomemuero
almenosnoenestavida
sindecidirlo
(BergmanBergmanBergman, estamosenplenojuego)
yquésilasfauces
yquésilacuerdaenellabio
elsignodecáncercaeráonoenmigarganta
peroyonomemuero
almenosnoenestavida
sindecidirlo
(BergmanBergmanBergman, estamosenplenojuego)
Podría ser que Bergman nos impulsa a darnos cuenta que al fin muchos actos son juegos de ajedrez a la Muerte… pero finalmente la muerte en algún momento gana –es una referencia a “Fresas Salvajes” y la pesadilla premonitoria de Isak Borg… (esa escena, de la partida que se inicia en la playa –en Séptimo - es una de las más poderosas de esa película, de las muchas que existen en esa obra de arte)
ResponderEliminarEL viaje de la vida, indefectiblemente, tiene su cúlmine en la muerte: Como enuncia la sabiduría popular "la única certeza que se tiene en este mundo es la muerte, niña por dios" (cuando acudo a la sabiduria popular se me viene la imagen de mi abuela en su cocina con la cebolla y el mantel de plástico floreado, recién llegada de la feria).
ResponderEliminarSin embargo
sin embargo
todo
es
opción
Si no puedo eludir la derrota, por lo menos yo escojo cuándo perder. De momento, hago enroque, me protejo de La Parca.
mmm. Leo una novela de Paul Auster, “El palacio de la luna”. En él un personaje, Effing, prepara junto al personaje principal su necrología y biografía. En grandes pasajes del libro se siente la muerte rondando, se declara cuando el relator dice que cae y la muerte la toma el hombro. La cosa es que es estado se resigan según la ubicación que se tenga en la vida, es mucho más entendible en aquel que escribe su necrología que en el que busca respuesta para vivir. La vida tiene sentido en nosotros, por ejemplo, por cuanto estamos en la primera mitad de nuestra vida y como tal debemos, creo, descubrir y dar cientos de giros, entonaciones, simulaciones –incluso- de muertes antes que llegue la verdadera.
ResponderEliminarVivamos, pues, la vida en este mundo caótico pero lleno de poesía…
Vivamos, pues...escanciemos el vino...! Me recordaste a Omar Khayyam, brindo por eso.
ResponderEliminar