miércoles, 8 de septiembre de 2010

Máscara

En honor a Dionisos, los convulsos fieles caracterizaban la vida y la muerte, representado en el oriente y el occidente (el viaje del sol), con la danza y la máscara.
Una máscara sobre la otra, la que tenemos puesta hasta que nuestro ciclo llegue al final, nuestros párpados jueguen de horizonte fatal para nuestras acciones en este plano. En esa máscara es que vemos vagamente las máscaras de nuestros ancestros, el paso del inexorable fenómeno que llamamos tiempo, el surco toma posesión de los vastos terrenos de la piel. Esta máscara no es eterna, y nada es eterno, obviamente.


La segunda máscara podría construirse en toda su materialidad o ser alegórica, ambas no dejan de ser reales. La superposición de ojos sobre ojos, sobre lenguas, sobre orificios, pelos, rabias, sudor, lágrima, pensamiento... la superposición tal vez sí es eterna, y esto, esto que acabo de decir, no es tan obvio, verdad?

1 comentario:

  1. Me costo entenderlo, de hecho, no se si lo entendi pero culpo a mi gripe por mi estupidez. Aún así, me da la sensacion a aquello tangible que adquiere significado durante la vida... De hecho, cuando lo que somos adquiere significado con el tiempo que hemos vivido... quiza la existencia solo es la cara sin rostro y lo que somos es la mascara... existir y existir como...no se, es probable q este equivocada

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