viernes, 30 de septiembre de 2011

Fotografía en sobreexposición

Cuando la Greta dijo "I want to be let alone" fue una declaración de principios. La voz popular quedó con la Margarita Gautier moderna, exclamando con patetismo ahogado "I want to be alone", sin embargo, las sutilezas acompañan los pequeños actos que hacemos con nuestros decires, aun más que con nuestros haceres. 

No es lo mismo querer estar sola a desear la ausencia de otros alrededor.
Sutilezas.
La soledad como opción de vida o la soledad como un escupitajo al otro, que es un mero objeto, cuerpitos móviles y sin gracia que bailan donde calienta el sol. Margarita Gautier no tiene mucho que ver con gargajos, "Déjenme sola", para el puto hueveo, en definidas cuentas. Y es un decirse a sí misma y es un círculo de ausencia dirigido, elegido -sea para el momento, sea para siempre- y con potencial asesino. 
Es como cuando sacan las fotos con demasiada luz, y todos quedan mirando pelotitas inexistentes, mientras el rollo de la antigua máquina se hiere y con suerte aparece la comisura de una boca fantasmal, una copa, el ruedo de un mantel.
Ahora mismo saco mi vieja cámara y multiplico mis posibilidades de ausencia. 
Y lo disfruto, lo disfruto, lo disfruto.

lunes, 12 de septiembre de 2011

A esto que está dentro...

Me cago en la cruz que forma tu ropa, tu cuerpo jamás visto, arropando el silencio de tu piel (siempre) paradojalmente azul en mis sueños.
Te he soñado desde que tengo memoria, individuogenéricopalpitante: Así, toda la humanidad disuelta en tu pelo, así, así... reconozco uno de tus fragmentos en un recorte, en un par de letras que pasaron por la retina gracias al robo matutino de información desde el hombro de uno que sí compró el diario, así, sí, sí, así, así mismo, así como en el salto que eternamente estoy dando por la ventana y que jamás ocurre, en la sombra que este hecho proyecta, sí, sí, sí, sí, así, en los ojos de una niña, en el aroma de todos los hombres que han estado entre mis piernas, en la mente de Nabokov, claro está. Y un poco en Kafka. No menciono a De Sade, pero sí a Bataille, porque todo es erotismo en no saberte nunca.
Por eso. Porque me amo demasiado, me despojo de ti y vestiré a otros con tu tristeza y tu pijama, me cago en la cruz que forma tu nombre, la cruz del cruce de piernas de tus padres cuando no te gestaron, la cruz, el crossing over...
Así que ya sabrás qué hacerle a esto que está dentro, pues resides tú allí también.