viernes, 29 de marzo de 2013

Belleza, noción de.

De pronto es demasiado sencillo acudir al afán totalizador y creer que las respuestas se encuentran extremadamente organizadas en otro lado...asumir que la verdad (esta vez con minúscula) es una entidad inextricable, pero que existe en algún sitio el libro que lo contiene todo, o la boca capaz de enunciar realidades completas. Como si (el/los) dios(es) fuera(n) un(os) putos enciclopedista(s) del siglo de las luces, ja.        

             (Creo que "alguien" nos está metiendo ni tan metafóricamente una piña por el #$@°...y yo abuso de los paréntesis...) 

Esta introducción poco academicista es para llegar a algo que me parece bello.
La subjetividad tiñe este tipo de conceptos, y a pesar de que la mente me engaña y me baja la voracidad por recurrir a textos y autores (Hume, por ejemplo, ya lo dije), me niego. La mujer que aparecerá, cual cordero entregado en el ara del MoMA, se verá arrobada por el amor, por La Verdad (esta vez con mayúscula) que se le ha escondido durante 20 años o más en el cuerpo de un hombre.
Si quiere saber más, caiga en el pecado de indagar. Si no, sólo disfrute.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Ouija Borgiana.

Durante una meditación (un poco menos que) trascendental, traté de imaginar cierta acción de otro modo. Vale decir, todas las causas y los azares idénticos pero que desembocaran en una acción otra. Aquello me llevó a re-descubrir que somos lo que somos debido sólo y tan sólo a la noción de valor:
Moví la taza.
Giré mi rostro.
Sonreí al espejo.
Moví la taza.
Giré mi rostro.
Sonreí a mi compañero.
Moví la taza.
Giré mi rostro.
Sonreí a la nada.

...Sólo tres enunciados han cambiado, sin embargo, las tres cuartas partes iniciales han caído en el fuego cruzado de la valoraciones humanas.
Nada cambia, nada es igual. Los ríos son los mismos; sus aguas, jamás. Mi escritura -al igual que un río- muta extraña, extranjera, lleva el filo de sus cuchillos escondido en la espalda, mientras invoco al fantasma de Borges.
Quizás él sepa mejor que yo qué diablos querían las deidades cuando inventaron el infinito.

sábado, 16 de marzo de 2013

PLOP

Hay días en que la vagina no me deja pensar.
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Este es uno de esos días.