martes, 13 de octubre de 2015

contrasoberbia.

La mayor parte del conocimiento lo desconoces, me dijo el maestro, asimismo yo, que aprendí la magia de los elementos, visualizo el aura magnífica de los árboles y materializo las palabras apenas tocan el aire, la verdad es que no sé nada.
Veo en sus ojos el vacío de saberlo todo: El delgado tufillo de la contrasoberbia, la ausencia de sentido en su corporalidad que se refuerza en la coronilla de papel que fabrica cada día y coloca en la estatua del dios que no adora.
Cuando se retira el último fuego del atardecer entre las nubes del cielo, me conmina a devorar la corona de papel y desaparece en una nube de polillas negras.
Miro la absurda corona de papel de diario. El encabezado de una noticia narra en pocas palabras la muerte de las estructuras sociopolíticas en Vladivostok y luego invita a comprarcomprarcomprar, beberbeberbeber, lamer las botas de.
Me salvo meditando en la secuoya. 

sábado, 28 de marzo de 2015

Falda de cuerina

"Círculo inevitable
impalpable
imperdonable
eres tú, oh vicio falaz
de la lengua entrelazada con otra
de una pierna
de una falda
de un millar de cuerpos dóciles
salvándose de la destrucción
celular."

Anda profunda. Eso es lo que le pasa. No podría ser de otra manera, imagínate que "le dieron duro con un palo y duro también con una soga, son testigos los días jueves y los huesos húmeros"...Al menos eso dijo un cliente que vio todo, de hecho, se quedó con la falda negra...Latex? Noooonononono, Chinita, si con suerte era cuerina. Fuimos con la Pat'e choclo y la Lucy en horario de visitas y me hizo escribir, palabra por palabra, lo que te estoy mostrando.


La falda quedó hecha flecos y eran como treinta o cuarenta banderitas negras que se despedían de todos, con el viento que había..

sábado, 14 de febrero de 2015

El borde de la estructura I.

Meditando en mis escasos momentos de plenitud neural, se acerca la Idea.
En algún punto de mi existencia, la relacioné con el dolor, con la noción de la muerte y toda aquella reacción punzante del cuerpo vinculada al rechazo de la materia ante la inexorable estancia del estrangulamiento espiritual. 
Sin embargo, hoy me percato de que era sólo una visión superflua, casi frívola, de lo que realmente ocurre e importa para mi extraño reino cabeza adentro: 
Todo objeto existe. 
Al existir, mora en la materia, sustancia contenida por la forma dada gracias a un complejo sistema de redes, que -evidentemente- nadie comprende. Se elaboran infinidades de modelos, entelequias que tratan de encontrar la correcta ejecución del procedimiento general, empero, sólo se ha logrado (por la ciencia) el hallazgo de procedimientos particulares, por ejemplo, el comportamiento del átomo, la composición de una partícula, el transcurso vital de una célula, etc. 
Cada procedimiento está ligado al anterior, de algún modo, pegoteado con el stickfix de las divinidades. 

Ahora bien, el ser humano es un transcurso vital, como tantos otros, dentro de los cientos de miles de millones de procedimientos en actual ejecución; somos uno de tantos instrumentos en la orquestación de este multiverso. Ante este fenómeno en curso, para los seres que detentan discernimiento, sólo queda rebelarse...y el único acto de rebelión es aumentar el grado de singularidad, vale decir, disminuir la densidad gregaria y darle espacio a cada uno de los seres que constituyen el cuerpo pluricelular que viste el alma. 
Huelga decir que esto no suele ocurrir y que, cuando acaece, el centro denso de la cultura reacciona violentamente, nos vemos arrojados al borde de la estructura social, pos Lucy- Dijo la Nicole Alexandra, mascando chile con la boca abierta. Es que le encanta mascar chicle y mostrar las perlas de sus dientes, porque siempre pensó que era una bonita y arcaica metáfora.

Creí tú? Yo creo que el asunto pasa por otro lado. Ponte tú, mira la violencia de mi zapatos de plataforma, mi afectado acento argentino cuando soy más chilena que los porotos, la ob-se-sión por tomar Coca Light con vodka. Nadie me lanzó a estos que son mis pecados capitales, ni a mi exquisita necesidad de calmar las ansias de la cintura para abajo mientras pienso en una indefinible mezcolanza entre Romeo Santos y Nietzsche.

La Nicole abrió los ojazos azules y se miró la entrepierna que pasaba de un estado neutro a absolutamente erecto: Nunca entendió su naturaleza, pero antes de siquiera pensar violar a la Lucy, mejor se metió los deseos en la cartera, puso los pies en polvorosa y dejó la excitación intelectual para la siguiente ocasión.