miércoles, 16 de mayo de 2012

Best-sellerista sin best-seller.

Se me hace complicado darme a entender de otra forma que no sea la de la escritura. Quizás es algo de lo que debí darme cuenta hace tiempo. Y no es que iría a ser muda que "dios" me regaló estas manos, que no son bonitas (nunca he considerado bellas mis manos). Tal vez iba a ser otra cosa (no humana) que la divinidad me dio por defecto una capacidad extrema de explicarme mucho y darme poco a entender. Podría estar días enteros rellenando páginas de nada...en fin, todo esta suerte de reflexión al peo deriva de la lectura que he dedicado hoy a un blog con una cantidad impresionante de seguidores, pero con unos textos que dan pena. Me pregunté (me pregunto todavía) qué es aquello que genera voracidad en una frase, en un conjunto de frases, en un texto, en un novelón.
Digo, como para mamarse tanta palabra hueca. 
Se me vino a la mente la eterna problemática de los best-selleristas, asesinados por la crítica y devorados por una masa lectora de importancia. No quiero re-iniciar la absurda contienda que acabo de mencionar (independiente de un detalle: nadie lee este blog en particular), de hecho, caigo en el saco debido a mi temperamental hipergrafía: Soy una best-sellerista sin best-seller... qué felicidad!!

3 comentarios:

  1. algunos lo leemos desde la esquina de la mirada, desde la voragine, desde el ya pasó.

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    1. ahh y para el bestseller, si eres mujer, tienes que ser del PC o mostrar una teta en sesion de fotos en papel couche o escribir para pendejos magical

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  2. Mmmm, al parecer mi público objetivo tiende al silencio obstinado...Pero no quiero mostrar tetas...en fin. Seas quien seas, hayas sido quien hayas sido, gracias por el comentario.

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