martes, 20 de noviembre de 2018

Natividad


Hay.
    una.
       línea.
Hay una línea que, en cierto modo, me acerca
a Dios.
Recupero el hilo en el aire.
Allí está mi cometa, madre, allí está tu anhelo de no parirme, lo veo. Te huelo el olor a campo, a carbón y a humedad de lanas y pañales mal lavados, madre, allí estás en tu rotunda pose de cerro y tierra amarilla en las comisuras de tu boca seca.
Estoy solo.
A lo lejos, una cabra lame una muñeca rota; tú te desplomas y emerjo de las profundidades de tu sangre, para contemplar el silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario