lunes, 22 de febrero de 2010

La conti-G-üidad de los conventillos


Mis sueños.

Últimamente yo y mis sueños.
Una prolongación de piezas de conventillo,
yo
últimamente
y los sueños míos.


-El conventillo es una solución (de conti-G-üidad) a la proliferación pandémica de la pobreza campesina en las ciudades- nadie, nadie nos soporta más que una estructura cúbica o paralelepípeda sinencierro/empero/conelfierro/caliente/aniveldelastráqueas.

El agua sucia nos lava la ropa

y la deja más sucia.

El hambre sucia nos come el intestino

y nos deja sin uñas.

Mis uñas, negras

la mano negra... o invisible,

-el blanco y el negro a estas alturas es la misma creatura feroz que muerde y nos conmina a subexistir como engranajes en las supereconomías, sin andamios, sin focos, sin telón- la realidad se reduce a la contigüidad de las piezas /barro entre los dedos/ patrones cúbicos de la bestia cúbica mayor y hasta el laberinto, hasta infierno tiene sentido en tanto que circularidades, pero aquí.

Aquí metros cúbicos,

metros y metros de intestinos ubicados

últimamente

-y con inmoral precisión-

en un par de pesadillas.

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