Escalo por el horizonte.
Mis pies escaldanse vierten
en las cabezas de los pájaros abisales
en un adviento de la celeridad
de los procesos inevitables
de las células como cajas mortuorias.
No hay ya espanto
el dolor no cesará para quienes tienen los ojos reventados
de la luz inextricable de las bombillas eléctricas descendiendo hacia la mesa.
Entonces Uno como Ley Divina
Como lanza o corvo a levante
enciende las espaldas
reptando por las vértebras,
navega por el río celular
y multitudes se agolpan en las orillas del río
multitudes animales se despojan de sus ropas
se arrojan a sorber sus aguas
a lamer la dermis palpitante del barco.
El horizonte vertical me impide el paso:
mis voces son mordisco feroz
en las playas del Tártaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario