El peculiar sabor de la propia saliva en el muslo de ella, no de cualquier hembra, de ella, y su piel especialmente suave, especialmente salada, en ese espacio interno que se acerca, con peligro, a la entrepierna. El salvaje sabor, el olor que logro extraer de cada poro abierto por obra y gracia de la bendita succión. Dios no sabe qué es eso. Dios nunca sabrá las delicias que ha creado y que se está perdiendo. Esta hembra me come con sus piernas y yo no puedo hacer otra cosa que obedecer y lamer hacia sus labios mayores, que no demoran la caricia y agradecen con sus cálidos fluidos mi lengua acosadora. Yo no sé nada, no sé otra cosa que el deseo presente de penetrarla, saberla hasta el tuétano, romperle la conciencia y abrirla como le abro las piernas ahora. Es bella, es una fruta jugosa. Es ella, es lo que no será nunca.
Bocanada. Agitación. 6 AM hora del Atlántico. Cama de dos plazas. Ella/Él. Qué pasa, B, Nada, nada, ¿Pesadilla?, No,no, sueño (Exquisito).
Mecanicismo vivencial en cámara rápida con flash backs en potencia decreciente. Cierre de cámara. Off.
Bocanada. Agitación. 6 AM hora de Chile. Cama de dos plazas. Ella/Él. ¿F.L?, Sí, sí, ¿Pesadilla?, No, no, viaje astral (mojado, pero al fin y al cabo). Ah, dale (Siguen durmiendo).
Mecanicismo vivencial en cámara ultrarápida con momentos en cámara detenida y ultralenta focalizando una hoja, una abeja, una sonrisa cayendo. Cierre de cámara. Off.
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